miércoles, 7 de marzo de 2012

Folclore de Chile



El folclore de Chile, por las características culturales y demográficas de ese país, es el resultado del mestizaje producido de elementos europeos con elementos indígenas durante el periodo de La Colonia. Debido a razones culturales e históricas, se clasifican y distinguen tres grandes zonas en el país: zonas central, sur y austral.
La mayoría de las tradiciones de la cultura de Chile tienen una finalidad festiva; sin embargo, algunas, como bailes y ceremonias, tienen componentes religiosos.
El año 2007, el gobierno estableció el «Día nacional del Folclor», a celebrarse el 22 de agosto.[1] Sin embargo, desde el año 2008, el mismo gobierno observa esta efeméride el 4 de octubre.


                        Música Folclorica de Chile



La Música Folclórica De Chile: se divide generalmente en 3 tipos (habiendo otros que son menos usados), respecto a su origen o sus características especiales.

Música autóctona o aborigen
Se denomina música autóctona o aborigen al folclore hecho y tocado por ciertas etnias culturales propias del país. En Chile, existe el ejemplo claro de los mapuches, para los que la música se usaba con propósitos religiosos o curativos (En rituales como el Machitún). La música aborigen es la única proveniente solamente desde las primeras culturas americanas; no es música originada en Europa , como el resto, posterior al descubrimiento y conquista de América. Aun así, ha de recordarse que la influencia proveniente de España en este período determinó notablemente la mayoría de los instrumentos adoptados, como la guitarra, el acordeón, etc.
                                               BAILES DE CHILE


En la zona central del país, las expresiones folklóricas se vieron fuertemente influenciadas por la colonización española y allí se asentaron ciertas danzas tradicionales que persisten hasta el día de hoy. La cueca, consagrada como danza folclórica nacional, se practica en esta área asiduamente, mucho más que en todas las otras regiones, con la mayor penetración en los distintos estratos socioeconómicos y educacionales. Otros bailes dignos de mención por su representatividad tradicional, aunque muy circunscritos a unas pocas localidades rurales, son “el pequén”, “el sombrerito”, “la sajuriana”, “la cueca” la “mazamorra” y “La porteña”, “La Masurca” , “El Repicao” , “La Refalosa”, “La Jota”,”El Vals” y “El Gato” También son protagonistas de esta zona los “corridos”, “las polkas” y “los valses”, que si bien se folclorizaron más tarde que las anteriores, viven actualmente en campos y ciudades. En estas regiones no se puede desconocer la presencia del folklore, por medio de los bailes, en las quintas de recreo y en las celebraciones más cotidianas, como los bautizos, cumpleaños, casamientos, funerales, onomásticos. Asimismo, en son de petición y agradecimiento en tiempos de vendimia, trabajos de siembra, cosecha, construcción de viviendas, entre otros. A mediados del siglo XIX llegó la cueca, danza que se baila en fiestas típicas populares, con acompañamiento generalmente de sones de guitarra, aunque con cambios de una a otra región.

Existen diferentes tipos de cuecas:
-Cueca criolla.
-Cueca larga.
-Cueca cómica.
-Cueca robada.
-Cueca Porteña.
-Cueca chilota.
-Cueca Nortina.
-Cueca brava


                                           CUECA CHILENA


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